Nuestra tierra correntina tuvo la fortuna de que las dos máximas figuras de nuestra nacionalidad bendijeran nuestro suelo, con sus pies de niño el “Santo de
Nace Manuel Belgrano en la ciudad de Buenos Aires el 3 de junio de 1770 y lo bautizan con el nombre de Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano. Ese mismo año en Corrientes nacía una de las mentes más lúcidas que tuvo el Río de
Manuel Belgrano perteneció a una familia de encumbrados comerciantes porteños, lo que le permitió trasladarse a España a cursar leyes en
Retorna al Río de
El Consulado era una poderosa institución que representaba a los comerciantes que controlaban buena parte del comercio colonial en América.
El consulado tenía funciones económicas y técnicas, que estaban vinculadas con el comercio y la producción agropecuaria. La misión específica de Belgrano era proteger y fomentar el comercio y procurar el mejoramiento de la agricultura.
En Curuzú Cuatiá unió los tres colores en una sola bandera para su estado mayor. La confeccionaron mujeres del poblado y se la bendijo en la capilla el mismo 16 de Noviembre, tras dejar formalmente fundado el pueblo, cumpliendo lo que entendía era imperioso, que el ejército tuviera su propia bandera.
En base a estos antecedentes y por iniciativa del doctor René Borderes que trasmite esta idea, el Municipio de Curuzú la instituyó como emblema local. Por Ordenanza Nº 496, proyecto presentado por el Concejal doctor Horacio Julio Rodríguez, el Concejo Deliberante, con fecha 7 de abril de 1988, declaró que la bandera amarilla, roja y azul, sería la enseña oficial de la ciudad. Ella se iza de acuerdo a lo establecido en la norma de creación.
El general Manuel Belgrano cuando salió de Santa Fe rumbo a estas tierras, debió dar un mínimo de instrucción militar a los reclutas que había ido incorporando en el camino.
Belgrano y su ejército después de fundar Curuzú Cuatiá, cuya acta fue escrita por su secretario el Coronel Ignacio Warnes, permaneció en el pueblo hasta el 18 de noviembre, día en que continuó su marcha cumpliendo con su misión.
Vadeando prácticamente todas las aguas circundantes a
Luego de los contrastes militares en Paraguari y Tacuarí, pero que sirvieron para que el general Belgrano dejara la semilla de independencia sembrada en campos guaraníes, retorna a Buenos Aires y tras algunas vicisitudes con un inconcebible juicio de por medio por su desempeño en la expedición del que termina absuelto, se le encomienda nuevamente para que vuelva al Paraguay en carácter de diplomático para procurar la consolidación independentista de los españoles y criollos del país guaraní y viaja a Asunción.
Así llega por el río Paraná a la ciudad de Corrientes en el mes de septiembre de 1811, tras tocar los puertos de Esquina, Goya, Bella Vista y Empedrado, permaneciendo en nuestra capital por espacio de 15 días.
Se hospeda en la casa de quien fue su compañero de estudios en el Colegio Nacional Buenos Aires Juan José Fernández Blanco, quien será nuestro primer gobernador constitucional una década después.
Participó en Corrientes de reuniones políticas y sociales. Se recuerda su elegancia en bailes de minués con damas de nuestra sociedad en la mansión de los Martínez, ubicada hoy en calle Quintana al 900, totalmente en ruinas.
Muchos momentos pasó en nuestra provincia de Corrientes el insigne creador de la bandera y uno de los hombres más talentosos que haya dado el Río de
Es uno de los modelos cuya impronta quedó por años probablemente en nuestro “cielo correntino” como una nube imborrable cuyas lloviznas seguramente regaron las mentes de notables correntinos que vieron fertilizar sus talentos con ese riego incomparable que dejan las estelas de personajes de tamaña dimensión.
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